Viajes a Lisboa

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Cómo llegar a Lisboa

Tren

La Estación de Oriente y la de Santa Apolonia son las principales de la ciudad, por lo que la mayoría de trenes urbanos y suburbanos que recorren las vías de esta zona de Portugal tienen parada obligatoria en sus andenes..

Autobús

La Estación de Sete Rios y la de Oriente son las principales estaciones de autobús de la ciudad. A las estaciones llegan todos los autobuses a Lisboa que llegan desde las diferentes partes de Portugal y desde España. Una de las conexiones más transitadas son los autobuses desde Madrid y Sevilla a Lisboa.

Avión

Los vuelos a Lisboa llegan a el Aeropuerto de Portela, ubicado a 5 kilómetros de la ciudad. En el operan las aerolíneas regulares y también las compañías low cost. Desde el aeropuerto hay varias opciones para llegar a la ciudad aunque el metro el la mejor y más rápida de todas.

Moverse por Lisboa

A la hora de desplazarse por Lisboa hay que tener en cuenta dónde se concentran los principales lugares de interés. La capital de Portugal cuenta con distintos barrios que están conectados por tranvías y por autobuses, por lo que ofrecen el confort que todo viajero necesita para que su viaje sea agradable. Un barrio como El Chiado es perfecto para alojarse, ya que posee una buena red de comunicaciones y está ubicado en una zona estratégica de la ciudad que permitirá llegar rápidamente a cualquier otro punto.

¿Qué ver en Lisboa?

Viajar a Lisboa es tener por delante la oportunidad de descubrir una ciudad cargada de magia y de historia, ya que la capital de Portugal se encuentra entre las ciudades más bellas y enigmáticas de todo el viejo continente. Lisboa conserva algunos monumentos que hablan directamente del pasado imperial del país luso, por lo que la magnificencia de sus edificios solamente es superada por la agitada vida cultural que se respira en sus calles. Los diferentes barrios, situados cada uno en las diferentes colinas que forman el paisaje urbano de Lisboa, siguen manteniendo intacto el sabor tradicional de los grupos que los fundaron, por lo que recorren Alfama, Chiado o Belém es algo que ningún visitante debería dejar de hacer

La capital de Portugal, Lisboa es conocida como la ciudad de las siete colinas y es una de las capitales más antiguas de Europa. Cosmopolita y moderna, sigue preservando al mismo tiempo su lado más castizo y sus tradiciones. Escucha un fado, pasea por los barrios típicos de la capital y cómete un Pastel de Belém (¡O dos!).
El Premio Nobel de Literatura, José Saramago, pasó toda su vida entre Portugal y España y decía que los dos países son como dos hermanos siameses que nacieron unidos por la espalda y que jamás se han visto las caras. Para que conozcas la cara de Portugal, en Omio te proponemos un viaje a su capital: Lisboa.

La guía rápida de Omio

  • Qué saber: Pese a su tamaño, el servicio de tranvías de la ciudad sirve para moverse con total facilidad por Lisboa. La ciudad tiene ciertas cuestas muy empinadas, así que para subir algunas de éstas hay que estar en forma.
  • Qué ver: La singular arquitectura y amplitud de la Praça do Comércio hace que el centro neurálgico de Lisboa sea un lugar en el que merece la pena detenerse un buen rato.
  • Qué hacer: En el popular barrio de Belém, justo al lado de la famosa torre y del bello Monasterio de los Jerónimos, se preparan unos deliciosos pastelillos que ya forman parte de la cultura portuguesa, por lo que es una buena idea probarlos.
  • Tip del experto: Desde que el ayuntamiento de la ciudad ha empezado a ralentizar el tráfico y construir más carriles-bici, la situación para los ciclistas lisboetas ha mejorado notablemente y es más favorable para pedalear, aunque debe tenerse cuidado con las cuestas.D

1. Una tarde en Belém

Es imposible no pasear por este barrio al lado del Tajo y no pensar en los tiempos de los descubrimientos marítimos que hicieron los portugueses. En esta área está la popular Torre de Belém, construida en 1514 y símbolo de la capital portuguesa, de donde salían las embarcaciones con destino a Angola, Mozambique, Brasil o la India. Cerca está el “Padrão dos Descobrimentos”, otro monumento importante, construido para celebrar los 500 años de la muerte del Infante Enrique, conocido entre los portugueses como el principal impulsor de las exploraciones marítimas de Portugal.
Tampoco hay que dejar de visitar el Monasterio de los Jerónimos de Belém, una imponente obra del siglo XVI, de inspiraciones renacentistas y manuelinas, erigido en el reinado D. Manuel I, para conmemorar el regreso de la India de Vasco da Gama. Justo al lado, está el Centro Cultural Belém (CCB), que además de ser el espacio cultural más importante de Portugal, es donde se encuentra el Museo Berardo, con la mayor colección privada de arte en la cual se pueden apreciar obras de artistas tan reconocidos como Pablo Picasso, Paula Rego, Jackson Pollock o René Magritte.

¡Hora de la merienda!
En Belén parar en Pastéis de Belén ¡es totalmente obligatorio! Pasa de las colas interminables y entra, sin miedos, hasta uno de los salones al fondo. Pide un Pastel de Belém (¡o dos o tres!), bien caliente, acabado de salir del horno, añadiéndole después azúcar o canela. ¡Quizás consigas descubrir cuál es la receta secreta de estas increíbles tortitas de crema!

2. Silêncio, que se vai ouvir cantar o fado

El Fado es la canción portuguesa más popular y una importante expresión de la cultura lusa. En 2011, pasó a formar parte Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Siempre acompañado por los acordes de la guitarra portuguesa, el Fado es el canto de la nostalgia, de la melancolía y de ese sentimiento tan portugués, que es la saudade (similar a la morriña gallega). Eso no hace del Fado algo triste. Hay inclusive varios tipos de Fado, por ejemplo el de Coimbra, siempre cantado por hombres y que canta la vida bohemia de los estudiantes; o el de Lisboa que habla de los encantos de la capital.
Amália fue sin duda la grande diva del Fado y actualmente destacan Carlos do Carmo, Mariza, Camané o Ana Moura entre otros. En Lisboa, puedes encontrar varios espectáculo de Fado, pero es en los castizos barrios de Mouraria, Madragoa, Bairro Alto o Alfama, donde puedes vivir esta experiencia lisboeta en su máximo esplendor. De hecho, en Alfama aprovecha para visitar el Museo del Fado.

¿Dónde escuchar?
Hay muchos locales que ofrecen diversos espectáculos con cena incluida. Te recomendamos la Parreirinha de Alfama. Abiertos de Martes a Domingo, en este restaurante no falta ni el Fado ni comidas tan portuguesas, como el típico Caldo Verde y el bacalao.

3. La mejor tarta de chocolate del mundo

En Lisboa no puedes dejar de probar la mejor tarta de chocolate del mundo. Cuando el portugués Carlos Braz Lopes intentó rehacer en Portugal una tarta que había probado en Paris, no consiguió el mismo resultado, pero a la gente le gustó. Muchos le decían que era O Melhor Bolo de Chocolate do Mundo y fue así, con este nombre, que la tarta se popularizó y que más tarde fue registrada. ¡Los amantes del chocolate tienen que degustar esta maravilla! La receta sigue siendo secreta, pero los que la han probado cuentan que esta increíble tarta no lleva harina y está compuesta por capas crujientes de merengue, envuelto en una mousse de chocolate y una ganache de chocolate ¡irresistible!

¡Yo también quiero!
Tranquilos, ¡hay para todos! Puedes encontrar la tarta en varias tiendas de Lisboa, así como en el resto del país y del mundo, sea en Madrid o en Washington. En Lisboa te recomendamos que vayas al local que está en la Avenida de la Liberdade, el Quiosque.
La Avenida de la Liberdade es la avenida más cara de Portugal y donde se encuentran las firmas de moda más importantes, como Louis Vuitton, Prada o Dolce Gabbana entre otras. La avenida termina en los Restauradores, cerca de Rossio, y hace recordar a los Champs-Élysées, en Paris. ¡Es considerada una de las avenidas mas lujosas del mundo!

4. Las 7 colinas

En Portugal, Lisboa es conocida como la ciudad de las siete colinas, ya que al igual que Roma, la ciudad tiene su base en siete pequeños montes. Algunas colinas son también miradouros, o sea, lugares estratégicos con vistas increíbles, donde poder disfrutar de la luz única y de la ciudad. Una de las vistas más deslumbrantes es la de la Colina de San Jorge, donde está el castillo con el mismo nombre, construido en el siglo XIV. Además de ser un popular punto turístico, es también un barrio. Así que no te sorprendas cuando veas ropa secándose al sol o a los niños jugando por las calles. Son estes pequeños detalles, que hacen de Lisboa una capital europea con tanto encanto. Hay otras colinas que merecen destaque por sus vistas. Es el caso de la de San Roque, donde está el Miradouro de San Pedro de Alcantara, con vistas preciosas para el Castillo de San Jorge.
Tampoco dejes de visitar el Miradouro de Santa Catarina, más conocido por Adamastor, debido a la estatua que ahí se encuentra. Adamastor era un mítico y terrible monstruo acuático y representa la fuerza de los océanos Atlántico e Índico, que en el sur de África, tanto dificultaba el paso de los barcos portugueses durante las exploraciones marítimas.

¿Qué hacer aquí?
Además de apreciar las bonitas vistas, es un punto de encuentro común entre los lisboetas. Si vas al Adamastor al final del día o durante el finde, puedes a ver los portugueses al sol, relajados mientras beben una cerveza o toman un café. En Adamastor, no puedes perderte (tanto por sus vistas, como por su excelente comida), el restaurante Noobai. El local cierra a los lunes, pero abre las puertas al mediodía y eso significa: ¡brunch! Noobai sirve también otras comidas, así como tartas y tapas. ¡Seguro que te va gustar!

5. Lisboa tiene corazón

¡Y que corazón! La zona de Chiado es conocida como el corazón de la capital. Aquí se puede visitar la estatua de Luís de Camões, el popular poeta portugués. Camões es para Portugal lo que Cervantes es para España. Más abajo y a la puerta de la mítica cafetería A Brasileira puedes sacarte fotos, sentándote con la estatua de Fernando Pessoa, uno de los más importantes autores lusos del siglo XX. Si sigues bajando, por la calle Almeida Garrett (un escritor romántico portugués ¡claramente a los portugueses les gusta la literatura!), terminas en la bonita plaza de Rossio. En esta enorme plaza está el Teatro Nacional Dona Maria II. Y ya que estás cerca, sírvete de una ginginha. En este pequeño chiringuito, el señor Hélio sirve chupitos de cereza ¡a cualquier hora del día!
Esta zona termina en Terreiro do Paço, con vistas al Tajo y donde antes entraban los barcos que llegaban a Lisboa.
Es increíble pensar que en 1755, todo fue totalmente destruido por un terremoto que empezó en el mar y con magnitudes entre 8,7 a 9 y que costó la vida a miles de personas. Esto ayuda a entender el contraste arquitectónico de Lisboa. La parte baja se distingue por su arquitectura neoclásica del siglo XVIII, de grandes calles y edificios altos. Los edificios fueran construidos a prueba de sismos. Se cuenta que, el test para ello fue hecho con las tropas marchando, para replicar las vibraciones sísmicas. Mientras que los barrios de Mouraria o Alfama aún mantienen parte de su trazado árabe y son verdaderos laberintos de pequeñas calles.

¡Mucho más que bacalao!

Es verdad que el bacalao es el ingrediente estrella de la comida portuguesa, pero hay muchos más pescados por experimentar. ¡Los portugueses son de los pueblos europeos que más pescado comen! Te aconsejamos una visita al restaurante Aqui há peixe. Los sabores son bien portugueses, con varios peces disponibles, ¡así como mariscos! Si eres un fiel carnívoro, tanbién hay opciones para ti. ¿Te gusta la picaña?

6. Pasear por Oriente

En 1998, Portugal fue la casa de la Expo 98 con el tema Los océanos: un patrimonio para el futuro. Aunque cueste de creer, antes de la exposición, el actual Parque das Nações, en la zona oriental de Lisboa, ¡era muy distinto! Era una área industrial, de antiguos almacenes militares y con un matadero obsoleto, y cerca del Tajo, estaba todo muy sucio y contaminado. Felizmente las cosas han cambiado. Actualmente, ¡vivir aquí es un lujo! Es también una reputada zona empresarial, comercial y sobre todo de ocio, con muchos espacios para caminatas y paseos en bicicleta. El año pasado, el popular festival de música rock Super Bock, Super Rock se hizo aquí por la primera vez, con bandas como Blur, Florence & The Machine y Sting como cabezas de cartel. En 2016 el festival se va a realizar aquí nuevamente. No te pierdas el Oceanario de Lisboa, uno de los mayores acuarios de Europa, donde puedes encontrar varios tipos de especies de mamíferos y peces, de los cinco océanos.

Como los Portugueses
A los portugueses les gusta el buen café. Ellos lo beben a toda hora, sea por las mañanas, en el trabajo, después de comer o de forma social. El café es bastante apreciado en Portugal y mucho más barato que en España, ¡solo cuesta cerca de 60 céntimos!
Aunque no seas un grande admirador de esta bebida, aprovecha para entrar en una cafetería y comer una tarta. ¡O un salado! ¡O un pastel! La pastelería portuguesa es de hacer la boca agua, y es muy variada. Haz un favor a tus papilas gustativas y en Lisboa vete a una Padaria Portuguesa a comer un Pão de Deus. Hay varias en toda la ciudad, inclusive en Parque das Nações.

7. I love Bairro Alto

Entre Chiado y el jardín del Principe Real, este uno de los más emblemáticos barrios de Lisboa. Sea de día o de noche, el Barrio Alto tiene mucho que ofrecer a los visitantes!
Y si bien es su movida nocturna lo que llama más la atención, no dejes de visitarlo también durante el día. Echa un vistazo a las tiendas alternativas y originales que pueblan este barrio. Sea ropa, zapatos o accesorios ¡aquí puedes encontrar de todo! Una de las tiendas mas originales de Lisboa, se llama A Vida Portuguesa y se dedica a vender exclusivos artículos portugueses, además de antigüedades. También puedes encontrar libros, postales, jabones, piezas de cerámica y ¡mucho más! Es el local ideal para comprar tus recuerdos de este viaje.
¡Pero es por la noche que el barrio se transforma! Sobre todo después de la media noche. Sí, a los portugueses también les gusta salir de fiesta hasta tarde. Es común que las discotecas cierren después de las seis. Y sobre todo en Lisboa, ¡los after hours son muy populares! Y creénos, Barrio Alto va a ser el punto de partida ¡para una de las mejores noches de tu vida!

¿Dónde ir?
A la hora de la verdad, ¡es difícil elegir! Sobre todo porque las calles del barrio se llenan de gente, con sus copas y parece no haber espacio para tanta gente.
Vas a encontrar bares para todos los gustos y bolsillos, desde los típicos bares de Erasmus con chupitos baratos a 1,50€ a locales más tranquilos. Uno de los espacios míticos del barrio, es Maria Caxuxa. ¡No te lo pierdas!

8. De Lisboa a Cascaes

Cerca de 30 km separan Lisboa de Cascaes. Llegar aquí es fácil: ¡sigue el Tajo y el oceano!
Este es uno de los viajes más bonitos que se pueden hacer en tren por Portugal, ya que son 35 minutos siempre con vistas al océano. Diariamente, varios trenes CP salen de Cais do Sodré y van parando en varias localidades. Una de esas paradas es Estoril, donde Juan Carlos pasó su adolescencia y donde está el popular Casino do Estoril, que funciona también como sala de espectáculos y con diversos restaurantes a tu disposición. Si tienes gana de playa, las mejores están en las paradas de Santo Amaro de Oeiras, Carcavelos (ideal para practicar surf), Estoril o Cascaes.
Durante mucho tiempo, Cascaes fue el refugio de varias familias de millonarios, como los Onassis o los Renault, así como miembros de la familia real inglesa y española. Actualmente hay menos personalidades de la jet set por la calle, ¡pero el glamour de Cascaes sigue intacto! Merece la pena una caminata, solo para admirar las magnificas viviendas y palacetes de la ciudad. Y si eres un amante del golf, hay más de diez campos en las cercanías. No te vayas, sin antes disfrutar de una bonita puesta de sol en el océano. ¡Es un espectáculo inolvidable!

Entra en la atmósfera
La gastronomía portuguesa está en alza y este año, catorce restaurantes en Portugal han conquistado el honor de estar en la Guía Michelin de 2015. Uno de esos restaurantes es Fortaleza do Guincho. El restaurante, así como el hotel (de cinco estrellas), están en una antigua fortaleza y tiene unas vistas deslumbrante hacia el Atlántico, que puedes apreciar mientras disgustas una magnífica comida de influencia portuguesa y francesa.

9. La fábrica de sueños

LX Factory es uno de los mas estimulantes polos creativos e innovadores de la capital, pero ni siempre fue así. En 1846 era un importante complejo industrial en la ciudad de Lisboa. Actualmente, es posible encontrar aquí diversas empresas y negocios de los sectores más varipintos, desde multimedia hasta música y editorial pasando por la industria de la moda. Hay también una grande diversidad de tiendas, donde puedes encontrar varios productos a tu gusto.
Los domingos, entre las 11 y las 18, no puedes perderte el Lx Market, con cosas en segunda mano, así como objetos vintage, firmas de autor, entre muchas otras cosas más, desde ropa, a discos o objetos para tu casa, ¡aquí hay de todo!

¿Hay sitio para comer? ¡Claro que sí! Tienes muchos restaurantes a tu disposición en Lx Factory. Si quieres comer bien a un precio accesible, te recomendamos una visita al restaurante Cantina LX. El restaurante ha aprovechado para su decoración, algunos de los muebles y estructuras, que en 1846 fueron usados por la empresa gráfica que estaba ahí instalada. Además, tienen un auténtico horno, lo que contribuye para un ambiente acogedor y de relax.

10. Arte urbano de Lisboa

Actualmente, hay en Lisboa cerca de diez espacios autorizados por el ayuntamiento, donde los artistas del grafiti pueden trabajar y crear libremente. El arte urbano está por toda la capital, no solo en edificios, pero también en cubos de reciclaje, buzones, etc.
En Lisboa, puedes apreciar obras de portugueses, como Nomen o Vhils, así como de artistas extranjeros, como Blu (Italia) o el trabajo de los populares gemelos brasileños, más conocidos como Os Gémeos y cuya obra el periódico inglés The Guardian consideró uno de los diez mejores graffitis del mundo. Este grafitti está en la Avenida Fontes Pereira de Mello, en el centro de la ciudad. Si eres un amante de este arte, en Lisboa ya existen tours que se dedican exclusivamente a ello, como es el caso de la Lisbon Street Art Tour. Una forma distinta de conocer Lisboa y sus historias.

Una comida Portuguesa
En Portugal se come bien y ¡suele ser barato! Un verdadero amigo portugués no te llevará al restaurante más bonito, ni al más lujoso, pero sí, al más auténtico y donde mejor se come. Por eso, no dejes de irte de Lisboa sin comer en una taberna portuguesa.
Te sugerimos una visita a la Taberna Sal Grosso. Experimenta las pataniscas de bacalhau, deléitate con la sopa de peixe y no dejes de experimentar la açorda à lisboeta. Todo (bien) acompañado por un buen vino (tinto) portugués! La simpatía de la gente que aquí trabaja, es otro ingrediente importante. Al final, con una sonrisa, todo sabe mejor, ¿no te parece?

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