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Los vuelos a Praga aterrizan en su Aeropuerto de Václav Havel, que se encuentra tan sólo a 16 kilómetros de la ciudad. Se tarda en llegar unos 20 minutos en coche y unos 45 en transporte público desde el centro de la ciudad. Es uno de los aeropuertos con más tráfico aéreo de Europa, duplicando el número de viajeros en los últimos años. Ha sido reformado en varias ocasiones, haciendo más sencillo para los pasajeros el tránsito y añadiendo servicios para facilitar el transbordo. La forma más sencilla de llegar allí es en auto, sin embargo, hay también varias líneas de autobuses que conectan el aeropuerto con varias paradas de metro dentro de la ciudad. Al haber varias compañías de low-cost que operan allí, se pueden encontrar vuelos baratos a Praga, y los pasajes se pueden comprar dentro del propio aeropuerto.
La capital de República Checa se encuentra a orillas del río Moldava. Su Puente de Carlos es el más antiguo de la ciudad, construido en el siglo XIV y está presidido por 30 estatuas barrocas. Cerca se encuentran también el Monasterio de Strahov y la Iglesia de San Nicolás, así como una gran variedad de palacios que evocan la majestuosidad medieval de Praga. La ciudad vieja, o Staré Město, está llena de callejones con pequeños comercios artesanales que parecen trasladar al visitante a otra época. Aquí se encuentra el reloj astronómico más antiguo de Europa, el Orloj, situado en el Ayuntamiento viejo. La Plaza de Wenceslao es otro punto clave donde confluyen historia y modernización.
Con todo esto chocan las afueras de la ciudad, donde conviven edificios sobrios de la época comunista y los últimos años modernos. En la ciudad nueva o Nové Město se encuentra una muestra de ello, La Casa Danzante, un edificio de 1997 de estilo deconstructivista. La mejor forma para moverse por la ciudad es el metro y el tranvía. Éste último posee toda una red de líneas que atraviesan la ciudad, llegando a puntos restringidos para el tráfico. Praga es hoy en día una ciudad universitaria a la que llegan cada año miles de estudiantes internacionales, atraídos por la belleza de la ciudad, su calidad de vida y su animado ocio nocturno.
Para volar a Praga se ha de tener en cuenta que el aeropuerto se ubica a tan solo 10 kilómetros del centro de la ciudad. Asimismo, el edificio dispone de dos terminales, siendo la terminal norte el destino de los vuelos intercontinentales. La conexión desde el centro de Praga al aeropuerto es sencilla gracias al transporte público, con un autobús directo que pasa con una frecuencia de 30 minutos y un subterráneo que cubre el trayecto en aproximadamente 40 minutos. Varias compañías realizan a diario vuelos baratos a Praga, con escala en diferentes ciudades, desde el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México o desde el de Cancún. Lufthansa ofrece muchos vuelos desde Ciudad de México con escala en Fránfort o Múnich y Air France ofrece vuelos desde Cancún y lleva a cabo una escala en París o Amsterdam. Otras compañías aéreas que viajan a Praga desde México son British Airways, KLM o Aeromexico. La duración de los trayectos es de aproximadamente 16 horas.
Lo más recomendable para encontrar vuelos baratos a Praga es buscar en temporada baja, evitando el verano y las navidades. En los meses de octubre y abril y en los días entre semana los boletos suelen ser más económicos ya que existe una demanda menor. Es recomendable comprar el boleto al menos 3 meses antes de la fecha del vuelo.
Volar a Praga es una buena opción para conocer otros destinos europeos. Los vuelos a Praga que salen desde Ciudad de México y Cancún realizan escala en diferentes países europeos siendo Alemania el más cercano a la capital checa. Algunos vuelos a Praga con escala llegan a la ciudad de Fránfort que conecta a través de la red ferrocarriles o de autobús con otras ciudades alemanas de interés como Berlín o Colonia. Del mismo modo, una vez en Praga, a través de varios vuelos directos es posible conectar con otras capitales como Viena, Varsovia o Bratislava.
Para volar a Praga desde México es necesario tener el pasaporte en regla y evitar que la fecha de caducidad sea posterior a la fecha de regreso al país. Los países de la Unión Europea como República Checa exigen que el pasaporte tenga al menos 3 meses de validez desde la fecha de regreso. Para poder entrar en el país es necesario disponer de una carta certificada de invitación de alojamiento por parte de los familiares o amigos o una reserva de hotel o apartamento. En los vuelos a Praga es imprescindible contar con un seguro médico que tenga validez en la Unión Europea.
Recomendamos echar un vistazo a la página de la embajada de República Checa en México.
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